Susana Casillas

¿Casas medio-hechas o en ruinas?

vivir el presente

Observa la foto antes de leer.  No te llevará mucho, mira las azoteas, mira los balcones, mira el suelo…

Cuando viajas a otro país, en mi caso Egipto en Diciembre de 2022, te choca el contraste de culturas, te abre la mente, te deja ver que lo tuyo, donde tú vives no es lo único.

Te hace ver que otras formas de vida, también son válidas.

Aunque cuando llegas, lo más probable es que empieces a juzgar, pues que guarros, pues todo está desastrado, pues que raros cuando hacen tal, o que pesados, todo el día detrás nuestro.

Solo hay que preguntar y escuchar. Aunque nuestro guía era un poco soso (ves ya estoy juzgando otra vez, sin ponerme en su piel). El caso es que nos contó algunas cosas de su cultura ya que él era egipcio viviendo en España desde hace años, y viajaba a Egipto solo para hacer de guía. Así que tenía la visión de vivir en Madrid y saber las cosas que nos llaman la atención a los españoles, claro y años de experiencia con grupos y más grupos de Españoles.

Como ves en la foto, las casas están todas así, las que están a medio hacer, resulta que no están en ruinas, si no que en Egipto es tradición que toda las generaciones vivan juntas, cuando se casa la hija o el hijo, se van a vivir a casa de los padres. 

Así que cuando una familia decide empezar una casa, construyen la casa donde van a vivir, si son un matrimonio construyen la planta baja, pero dejan los pilares y cimientos preparados para cuando sus hijos se casen construir el siguiente piso, pero de momento, la vida la van a hacer en la planta de abajo porque solo son una pareja. Pronto tendrán hijos y con los años, irán construyendo el segundo piso para cuando sus hijos se muden allí esté listo.

Por esta parte del mundo se hace de muy diferentes maneras, yo creia que había una pero hay muchas clases de familias.

Tenemos a las que hacen una casa o compran una casa pensando en el presente, son una pareja, casa pequeña, luego ya se mudarán a otra más grande cuando tengan familia.

Tenemos a las que cuando se van a vivir juntos piensan en lo que quieren tener en su vida, 2 hijos, niño y niña y vendrá la familia, así que habitaciones a rabiar para todas las posibles necesidades. 

Tenemos a los solteros o solteras, que…. yo que se lo que piensan cuando se compran una casa.

Hay muchas posibilidades, como gente hay. Cuando tenemos todas las posibilidades del mundo, cuando tenemos la economía holgada, podemos elegir, equivocarnos incluso  vender o cambiarnos de sitio.

Cuando las posibilidades son limitadas, como en Egipto, no te queda otra que ir al día. Hoy pueden construir una planta, y comer, pues viven con lo que ahora pueden. Para qué van a gastar dinero en una segunda planta desocupada, cuando lo que toca ahora es comer y subsistir. 

En este caso, también nos comentó que pagan más impuestos por casas más grandes, igual que por aquí, así que cómo no les hace falta  ahora, para qué pagar más impuestos.

Esto se llama vivir en el presente, eso que nos cuesta hacer a muchos de nosotros, entre las que me incluyo.

A veces nos centramos tanto en lo que esperamos de la vida, en la vida que tienen los otros, y no podemos evitar compararnos. 

Tenemos un bombardeo de información por todos los sitios de que todo nos tiene que importar. El móvil que tienes, la decoración de tu casa, el coche que tienes. Lo vemos todo en las redes sociales y no podemos evitar compararnos.

El caso es que en Egipto también tienen redes sociales, también ven las casas de los demás, los coches, los viajes, … que tienen  los europeos, americanos  y otros países, tienen redes y las siguen, tiktoc, los reels, youtube, instagram, pinterest. 

¿Crees que ellos no lo ven, y pueden compararse a gran escala, mucho más que nosotros que no estamos tan distantes como ellos de lo que se supone que es el éxito?

¿Crees que en Egipto, tienen ese grado de frustración que tenemos en España y en los países europeos, donde hay tanta «infelicidad» por el anhelo de lo que querríamos tener y  no tenemos?

Yo me planteo por qué, y es que en el libro  que estoy leyendo (audioleyendo) «El Sutil arte de que todo te importe  una mierd*« te explica que el problema, es el FIN, el OBJETIVO, la búsqueda de ese objetivo nos hace perdernos el proceso. No disfrutar del proceso que tenemos que vivir para llegar a él.

No es malo ponerse objetivos, pero que no anulen  tu proceso. 

Porque según el libro, cuando ya llegas a conseguir ese Objetivo o Fin donde «creemos» que está la felicidad, y vemos que esa felicidad ya está, ya la hemos conseguido ¿y ahora qué?, ahí es donde llega la Frustración y la Infelicidad que nos sobrecoge a esta sociedad.

Dejo ahí esa pequeña semillita, que a mí me ha calado. Estos libros de «autoayuda» que tan poco le gustan a mi amiga Silvia a veces son la colleja que necesitamos, y a mi me hizo pensar.

Tú seguro que tienes también un:

Cuando llegue a …, cuando tenga…, cuando ….. seré feliz. 

Por eso ahora soy tan infeliz. Pues tenemos que ver lo bonito de este proceso, vivir en el presente para conseguir aquello, que cuando llegue, o NO, podamos decir, Jod*r, que bien me lo he pasado todo este tiempo, lo que he aprendido, cómo he disfrutado de mi familia o de lo que sea que hagas para conseguir el PROPÓSITO… 

Cada uno lo que le ocupe. Que no pre-ocupe.

Vivamos el presente, como esos pisos bajos de los edificios de Egipto.

Vivamos sin construirnos las siguientes plantas de nuestra casa, cuando sólo vamos a vivir en la planta baja.

(mientras tanto)

 

Viajar es aprender, aprender es Vivir, ergo, Viajar es Vivir.

3 comentarios en “¿Casas medio-hechas o en ruinas?”

  1. Pingback: Entre Oriente y Occidente… – Susana Casillas

  2. Me encanta, por cierto, tb me leí el libro ese de que todo te importe una poca cosa…. Y cuando fuimos a Egipto, hace como quince años, recuerdo el enorme contraste… Habíamos comprado un paquete cerrado, de última hora y no teníamos ni idea de los hoteles a los que nos llevarían, como era una promoción, yo estaba feliz de ir de viaje… así que no me importaban mucho los hoteles. Fuimos once días y cambiábamos de sitio, que nos llevaron por varias partes del país… no podía creer el lujo que había allí, cada hotel era más lujoso que el anterior… Hilton, Semiramis, estos dos recuerdo el nombre, del resto no, lo que sí tengo grabado en mi memoria es la sensación de pena enooorme que sentía, al salir a la calle, justo al lado, allí había edificios como los que tú muestras en la foto, al lado del lujo extremo, de unos hoteles llenos de mármoles y lujosas habitaciones…. estaban estas casitas, hechas con mucho amor y también mucha pobreza….

    yo me revolvía, no podía con ello… porqué permiten esto los mandatarios del país??? me pasé medio viaje regalando cosas mías y dando dinero a la gente que me lo pedía….

    Ir a sitios que tienen una forma de vivir a la nuestra nos abre los ojos… al menos durante unos días…. luego llegamos a casa y se nos olvida casi todo en unos meses…. pero estas imágenes son baños de realidad,,, de la realidad diferente que hay en el mundo…

    Abrazos

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